Con la llegada de Ledesma a los Jaguares, es probable que el equipo cuente con mayor autonomía y no esté tan subordinado a Los Pumas.
El actual presidente, Carlos Araujo, abrió la posibilidad a que los jugadores que se desempeñan en Europa puedan ser convocados para el Mundial.
En marzo se elegirá un nuevo Consejo Directivo en la UAR. Entre sus prerrogativas, tendrá la de decidir la renovación o no de Daniel Hourcade.
La realidad actual de Los Pumas y, en general, de la Unión Argentina de Rugby, debe necesariamente ser leída dentro de un contexto amplio. De hecho, para entender de manera cabal la etapa de cambios que acaba de comenzar, es útil remontarse al pasado. Más precisamente, a octubre de 2013, cuando Daniel Hourcade asumió como head coach de Los Pumas. Desde ese momento, el entrenador tucumano dejó en claro que su proyecto tenía como objetivo final el Mundial de Japón 2019, pese a que en el camino estaba el de Inglaterra 2015. “Huevo” sabía que el seleccionado argentino necesitaba un cambio demasiado profundo en su estilo de jugar y de entrenarse, y que dos años no eran suficientes para completarlo, por lo que diseñó un plan orientado a que Los Pumas llegasen al país del Sol Naciente en condiciones de lograr su primer título mundial, estuviese él o no a la cabeza para entonces.
Luego del gran Mundial que tuvieron Los Pumas en 2015, en el que lograron un muy meritorio cuarto puesto, nadie parecía dudar que se iba por buen camino.
Sin embargo, dos años después, ya no existe tanta seguridad al respecto. La espuma del Mundial de Inglaterra se ha disipado, y Hourcade pasó de estar nominado entre los mejores entrenadores del mundo a ver cuestionada su continuidad al frente de Los Pumas. La escasez de resultados post Mundial habla en su contra: 17 derrotas en 22 partidos. Que la gran mayoría de ellas hayan sido frente a los mejores del mundo, esos que le ganan a cualquiera, no parece importarle demasiado al típico exitismo argentino.
Por desgracia, esa mala cosecha también le costó a Los Pumas ir a parar al tercer copón del sorteo para el Mundial de Japón y tener que compartir zona con dos potencias en lugar de una. Por caso, Inglaterra y Francia.
Aunque desde la UAR siempre manifestaron estar seguros de que el camino elegido era el correcto, hay una diferencia muy fina entre ser firme y ser obstinado. Por eso, se decidió revisar ciertas cuestiones.
Uno de esos cambios ya se rumoreaba desde hace tiempo, pero se confirmó oficialmente recién el martes: la contratación de Mario Ledesma como head coach de los Jaguares. La UAR decidió apelar esta vez a un hombre ajeno a su sistema, pero con valiosa experiencia internacional y probada sabiduría sobre scrum, uno de los aspectos más flojos del seleccionado hoy en día.
También es posible que se revea el rol mismo de los Jaguares. No es casualidad que la caída de Los Pumas comience a partir de la participación de la franquicia argentina en el Súper Rugby. Hasta aquí, los Jaguares trabajó siempre en función de Los Pumas, y ese papel subsidiario le costó perder varios partidos que, de haber sido más egoísta, podría haber ganado. Y así, lo que debía ser un trampolín para el juego de Los Pumas terminó siendo un ancla para su ánimo. Por ello, puede que, a partir del año que viene, la franquicia tenga mayor libertad de acción.
La conducción de Los Pumas también puede verse afectada por esos vientos de cambio: el contrato de Hourcade finaliza el 31 de diciembre de este año, y aunque el presidente Carlos Araujo aseguró que si de él dependiera lo mantendría hasta el Mundial, lo cierto es que no depende de él. En marzo se elegirá un nuevo Consejo Directivo, y quien asuma la conducción decidirá si renueva el voto de confianza al “Huevo” o busca otra opción. Apuro no hay: después de la ventana de noviembre, Los Pumas recién volverán a tener actividad en junio.
Del nuevo Consejo Directivo también dependerá si se mantiene o no la postura de no permitir la convocatoria a Los Pumas de los jugadores que se desempeñan en el Hemisferio Norte. El problema no es sólo la diferencia de calendario: la cuestión de abrir la puerta no será “los que puedan volver”, sino “los que se van a ir”. La posibilidad de jugar en Los Pumas (y por consecuencia, un Mundial) es la zanahoria que convenció a varias figuras de quedarse en lugar de buscar mejores condiciones económicas en Europa. Si se le quita ese plus, la franquicia del Súper Rugby perderá varios jugadores importantes. Claro que, de poder contar con algunos figuras que hoy juegan en Europa, el nivel de Los Pumas seguramente se elevaría. Se gana por un lado y se pierde por otro.
Soplan vientos de cambio, aunque no se sabe a ciencia cierta hasta qué punto conviene hacerlo o confiar en las decisiones tomadas hasta aquí. Lo que sí, si se va a cambiar, el tiempo es ahora: para la próxima Copa del Mundo ya sólo faltan dos años, y después puede ser demasiado tarde.
Cuando el tucumano Luis Castillo ocupaba la presidencia de la UAR, su sucesor -Carlos Araujo- estuvo definido desde mucho antes del fin de su mandato. En esta ocasión, la situación es completamente diferente: a seis meses de que finalice la gestión del rosarino, no existe la más mínima certeza sobre quién ocupará su lugar, y si su sucesor saldrá de la Unión de Buenos Aires o de alguna del Interior. El acuerdo de alternancia del que se había hablado en algún momento quedó muy atrás.
Por el lado de Buenos Aires, el principal candidato parece ser Néstor “Lalo” Galán. Hugo Porta parece descartado, por no tener quórum en el afecto de las uniones del interior. Entre estas últimas todavía no existe una figura relevante, aunque se menciona como posible al sanjuanino Marcelo Rodríguez. La cuestión tendrá contornos más precisos cuando los 25 presidentes de las uniones se reúnan en Córdoba el 28 de este mes.